Es nuestro planeta y
el único habitado. Está en la exósfera, un espacio que rodea al Sol y que tiene
las condiciones necesarias para que exista vida.
La Tierra es el mayor
de los planetas rocosos, lo cual hace que pueda retener una capa de gases
llamada atmósfera, que dispersa la luz y absorbe calor; de día evita que la
Tierra se caliente demasiado y, de noche, que se enfríe.
Siete de cada diez
partes de la superficie terrestre están cubiertas de agua. Los mares y océanos
también ayudan a regular la temperatura. El agua que se evapora forma nubes y
cae en forma de lluvia o nieve, formando ríos y lagos. En los polos, que
reciben poca energía solar, el agua se hiela y forma los casquetes polares. El
del sur es más grande y concentra la mayor reserva de agua dulce.
La Tierra no es una
esfera perfecta, sino que tiene forma de pera. Cálculos basados en las
perturbaciones de las órbitas de los satélites artificiales revelan que el
ecuador se engrosa 21 km; el polo norte está dilatado 10 m. y el polo sur está
hundido unos 31 m.
La siguiente tabla
muestra los datos básicos de la Tierra:
Datos básicos
|
La Tierra
|
Tamaño:
Radio Ecuatorial
|
6,378 km.
|
Distancia
Media al Sol
|
149,600,000 km.
|
Día:
Periodo de Rotación sobre el Eje
|
23,93 horas
|
Año:
Órbita Alrededor del Sol
|
365,256 días
|
Temperatura
Media Superficial
|
15 º C
|
Gravedad
Superficial en el Ecuador
|
9,78 m/s2
|
Formación de la Tierra
La Tierra se formó
hace unos 4,650 millones de años, junto con todo el Sistema Solar. Aunque las
piedras más antiguas de la Tierra no tienen más de 4,000 millones de años, los
meteoritos, que se corresponden geológicamente con el núcleo de la Tierra, dan
fechas de unos 4,500 millones de años, y la cristalización del núcleo y de los
cuerpos precursores de los meteoritos, se cree que ocurrió al mismo tiempo,
unos 150 millones de años después de formarse la Tierra y el Sistema Solar.
Después de
condensarse a partir del polvo cósmico y del gas mediante la atracción
gravitacional, la Tierra era casi homogénea y bastante fría. Pero la continuada
contracción de materiales y la radiactividad de algunos de los elementos más
pesados hicieron que se calentara.
Después, comenzó a
fundirse bajo la influencia de la gravedad, produciendo la diferenciación entre
la corteza, el manto y el núcleo, con los silicatos más ligeros moviéndose
hacia arriba para formar la corteza y el manto y los elementos más pesados,
sobre todo el Hierro y el Níquel, cayendo hacia el centro de la Tierra para
formar el núcleo.
Al mismo tiempo, la
erupción de los numerosos volcanes, provocó la salida de vapores y gases
volátiles y ligeros. Algunos eran atrapados por la gravedad de la Tierra y
formaron la atmósfera primitiva, mientras que el vapor de agua condensado formó
los primeros océanos.
Magnetismo de la Tierra
El magnetismo
terrestre significa que la Tierra se comporta como un enorme imán. El físico
inglés William Gilbert fue el primero que lo señaló, en 1600, aunque los
efectos del magnetismo terrestre se habían utilizado mucho antes en las
brújulas primitivas.
La Tierra está
rodeada por un potente campo magnético, como si el planeta tuviera un enorme
imán en su interior cuyo polo sur estuviera cerca del polo norte geográfico y
viceversa. Por paralelismo con los polos geográficos, los polos magnéticos
terrestres reciben el nombre de polo norte magnético y polo sur magnético,
aunque su magnetismo real sea opuesto al que indican sus nombres.
El polo norte
magnético se sitúa hoy cerca de la costa oeste de la isla Bathurst en los
Territorios del Noroeste en Canadá. El polo sur magnético está en el extremo
del continente antártico en Tierra Adelia.
Las posiciones de los
polos magnéticos no son constantes y muestran notables cambios de año en año.
Las variaciones en el campo magnético de la Tierra incluyen el cambio en la
dirección del campo provocado por el desplazamiento de los polos. Esta es una
variación periódica que se repite cada 960 años. También existe una variación
anual más pequeña.
Ángel de Jesús González González #14