También llamados
cúmulos de estrellas, son condensaciones locales de estrellas unidas por
fuerzas gravitacionales que aparecen en el cielo como concentraciones de puntos
luminosos, incluso, como tenues nebulosidades. “Las estrellas permanecen juntas
por la interacción mutua y poseen la misma distancia, edad y composición
química”.
Los cúmulos abiertos
se forman a partir de nubes de gas y polvo en los brazos de
una galaxia espiral. Las regiones más densas se contraen bajo su propia
gravedad, dando lugar a estrellas individuales. Se encuentran en el disco
galáctico, y están caracterizados por una densidad estelar un centenar de veces
más elevada que la que se encuentra en las regiones que rodean al Sol; y sin
embargo, las estrellas que las componen están relativamente dispersas.
Los cúmulos abiertos,
contienen estrellas de joven y media edad pertenecientes a la llamada Población
I, similares a las estrellas que caracterizan las zonas circundantes de nuestro
Sol.
Los cúmulos globulares
se formaron cuando la inmensa nube de polvo y gas que dio lugar
a nuestra galaxia se estaba colapsando; como el Sol está en la zona exterior de
la galaxia, la mayoría de los cúmulos se encuentra en una mitad del cielo hacia
el centro de la galaxia. Están caracterizados por una elevada densidad estelar
y por una alta concentración de estrellas en la parte central del cúmulo, hasta
el punto que en muchos casos resulta imposible, incluso con un potente
telescopio, distinguir cada estrella de las que aparecen como una única fuente
luminosa. Estos son menos numerosos que los cúmulos abiertos, pero más grandes
y más ricos en estrellas.
Los cúmulos
globulares contienen algunas de las estrellas más viejas de la Vía Láctea, con
edades de 10,000 millones de años, el doble que el Sol.
Gerardo Aguilar Rangel #1