Un púlsar es una
estrella de neutrones que emite radiación periódica. Los púlsares poseen un
intenso campo magnético que induce la emisión de estos pulsos de radiación
electromagnética a intervalos regulares relacionados con el periodo de rotación
del objeto. Hoy en día se conocen alrededor de 600 púlsares, sin duda alguna,
el más famoso es el que se encuentra en el centro de la Nebulosa del Cangrejo,
denominado PSR0531+121, con un periodo de 0,033 s.
Descubrimiento de un
Púlsar
La señal del primer
púlsar detectado tenía un periodo de 1,33730113 s. Este tipo de señales
únicamente se puede detectar con un radiotelescopio. De hecho, cuando en julio
de 1967 Jocelyn Bell y Antony Hewish detectaron estas señales de radio de corta
duración y extremadamente regulares, pensaron que podrían haber establecido
contacto con una civilización extraterrestre, por lo que llamaron
tentativamente a su fuente LGM (Little Green Men u Hombrecitos verdes). Tras
una rápida búsqueda se descubrieron 3 nuevos púlsares que emitían un radio a
diferentes frecuencias, por lo que pronto se concluyó que estos objetos debían
ser producto de fenómenos naturales. Anthony Hewish recibió en 1974 el Premio
Nobel de Física por este descubrimiento y por el desarrollo de su modelo
teórico. Jocelyn Bell no recibió condecoración porque sólo era una estudiante
de doctorado, aunque fuera ella quien advirtió la primera señal de radio.
Dato interesante: En
abril de 2013 un grupo de astrofísicos observó la estrella de neutrones IGR
J18245‐2452 –situada a 18,000 años luz de la Tierra, en la constelación de Sagitario,
se comportaba como un púlsar de rayos X. Al compararlo con los catálogos
estelares, descubrieron que este objeto se había caracterizado previamente como
un radio púlsar. No obstante, poco más de dos semanas después, el objeto volvía
a comportarse según su clasificación original al volver a emitir ondas de
radio. Así lo recoge el estudio que publica ahora la revista Nature. Los
observatorios espaciales Integral y XMM-Newton de la ESA permitieron detectar
el púlsar en esa fase crítica de su evolución, cuando pasa de emitir pulsos de
rayos X a emitir ondas de radio. El investigador del CSIC en el Instituto de
Ciencias del Espacio Alessandri Papitto, que ha dirigido la investigación,
afirma que esta es la primera vez que se observa a un mismo púlsar experimentar
dos fases distintas de emisión, y por tanto, supone el hallazgo del eslabón
perdido de las estrellas de neutrones. Actualmente, la mayoría de los púlsares
se clasifican en dos grupos en función de su comportamiento y del tipo de
radiación periódica que emiten, la cual puede ser de radio o de rayos X. Los
púlsares de rayos X pertenecen a sistemas binarios en los que la estrella que
les acompaña vierte materia sobre ellos, lo que acelera su periodo de rotación
y provoca su emisión de rayos X. Por su parte, los radio púlsares emiten
radiación, debido a la rotación de su campo magnético.
Brenda Castillo Portilla #6